Un virus informático es
un
malware que
tiene por objetivo alterar el normal funcionamiento del
ordenador,
sin el permiso o el conocimiento del usuario. Los virus, habitualmente,
reemplazan
archivos ejecutables por otros infectados
con el
código de este. Los virus pueden destruir,
de manera intencionada, los
datos almacenados en una
computadora,
aunque también existen otros más inofensivos, que solo se caracterizan por ser
molestos.
Los virus informáticos tienen,
básicamente, la función de propagarse a través de un
software,
son muy nocivos y algunos contienen además una carga dañina (payload) con
distintos objetivos, desde una simple broma hasta realizar daños importantes en
los sistemas, o bloquear las
redes informáticas generando tráfico
inútil.
El funcionamiento de un virus
informático es conceptualmente simple. Se ejecuta un programa que está
infectado, en la mayoría de las ocasiones, por desconocimiento del usuario. El
código del virus queda residente (alojado) en la
memoria RAM de
la computadora, incluso cuando el programa que lo contenía haya terminado de
ejecutarse. El virus toma entonces el control de los servicios básicos del
sistema
operativo, infectando, de manera posterior, archivos ejecutables que
sean llamados para su ejecución. Finalmente se añade el código del virus al
programa infectado y se graba en el
disco,
con lo cual el proceso de replicado se completa.
El primer virus atacó a una máquina IBM
Serie 360 (y
reconocido como tal). Fue llamado Creeper, creado en 1972. Este programa emitía
periódicamente en la pantalla el mensaje: «I'm a creeper... catch me if you
can!» («¡Soy una enredadera... agárrame si puedes!»). Para eliminar este
problema se creó el primer programa
antivirus denominado
Reaper (cortadora).
Sin embargo, el término virus no
se adoptaría hasta
1984, pero éstos ya existían desde antes. Sus inicios fueron
en los laboratorios de Bell Computers. Cuatro programadores (H. Douglas
Mellory, Robert Morris, Victor Vysottsky y Ken Thompson) desarrollaron un juego
llamado
Core War,
el cual consistía en ocupar toda la
memoria RAM del
equipo contrario en el menor tiempo posible.
Después de
1984, los virus han tenido
una gran expansión, desde los que atacan los sectores de arranque de
disquetes hasta
los que se adjuntan en un
correo electrónico.